Refiere a una serie de indicadores que mide el desempeño de los flujos comerciales y de capital entre el país y el resto del mundo; a la vez, estos son indicativos del grado de apertura e internacionalización de una economía. El desempeño del sector externo es relevante para mantener las cuentas nacionales en grado de solvencia.
El crecimiento económico se encuentra estrechamente relacionado de su capacidad exportadora y la atracción de inversión extranjera, especialmente en el caso de El Salvador cuyo mercado doméstico y consumo interno es bastante reducido en relación al potencial de la demanda internacional.