Los costos de producción, las tasas de interés, la carga fiscal y los precios de algunos bienes esenciales afectan los niveles de competitividad, tanto de las empresas como del país en su generalidad. Para los inversionistas, el “costo país” representa uno de los factores primordiales en la toma de decisión para determinar la región o nación en donde establecerse y desarrollar nuevos proyectos industriales.