Resumen:
La humanidad, desde sus orígenes, ha tenido manifestaciones de diferencias y hasta de confrontación entre sus miembros. En el proceso vital de la subsistencia cada ser ha desarrollado su propio pensamiento que gobierna su voluntad de hacer o no hacer. A lo largo de la evolución de la especie humana, cada persona ha percibido la realidad según su inteligencia y según sus intereses y ello ha determinado la calidad y la dirección de sus acciones. Mientras el
sentido de individualidad va configurando la personalidad, la satisfacción o insatisfacción personal de las necesidades va definiendo la voluntad humana.